martes, 11 de marzo de 2014



Una manera de que el toro no tenga  posibilidad de defenderse en una corrida es el “afeitado” de los cuernos, a los que se le quitan varios centímetros. Los cuernos son fundamentales para que el toro pueda moverse coordinadamente y tenga noción del espacio, al igual que sucede con los bigotes de los gatos. El “afeitado” es ilegal, así que los cuernos son inspeccionados por un veterinario antes de entrar al ruedo. Sin embargo, en 1997, la Confederación de Toreros Profesionales que incluye a más de 230 matadores españoles intentaron que se prohibieran ese tipo de inspecciones veterinarias.



¡Por favor se consciente el crimen que se comete!

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